viernes, 22 de abril de 2011

jueves, 26 de febrero de 2009

Los Oncovirus Se " Mofan" De Las Defensas Del Sistema Inmune

Se calcula que en el 15% de los casos de cáncer el ‘culpable’ es un virus. Sin embargo, sigue sin saberse con certeza porqué en algunos casos la infección por estos patógenos deriva en un tumor y en otros no. Un estudio español sugiere que los virus son capaces de adaptar su genoma para ‘camuflarse’ del sistema inmune y pasar desapercibidos ante las defensas del organismo.

Según explica el equipo liderado por Manel Esteller en las páginas de la revista ‘Genome Research’, el material genético de los tres principales virus oncogénicos (el papiloma humano, el virus de la hepatitis B y el Epstein-Barr) va sufriendo importantes modificaciones durante la progresión del cáncer, aunque su genoma permanece inalterable.

Para comprobarlo, compararon muestras víricas obtenidas de individuos en diferentes circunstancias: portadores asintomáticos del virus, con infección activa y pacientes con un tumor causado por una infección crónica. Sus observaciones han demostrado que los virus son capaces de ir acumulando modificaciones químicas en su genoma (denominadas metilaciones) a medida que la situación era más grave.

Es decir, aunque el genoma del virus era idéntico en todo el proceso de la infección, “su epigenoma sí iba cambiando hasta ir acumulando mayor cantidad de alteraciones”. Dichos cambios consisten en modificaciones químicas del ADN que no alteran la estructura básica de los genes, es decir, nuevos grupos metilos (moléculas químicas) capaces de ‘encender’ o ‘apagar’ la expresión de ciertos genes.

Doble mecanismo de metilación

Como explica el investigador del Instituto Catalán de Oncología, la acumulación de metilaciones en el ADN de los virus se produce por dos mecanismos diferentes. “Por un lado, el organismo humano se defiende de los virus provocando alteraciones en el virus, para impedir que éste exprese algunas de sus proteínas oncogénicas”, señala. Pero al mismo tiempo, los propios virus son capaces de ‘camuflarse’ del sistema inmune induciendo metilaciones en su propio genoma para pasar despercibido a las defensas del organismo.

“Los virus parecen ’secuestrar’ la maquinaria de metilación de su huésped”, señala Esteller, “es decir, algunas de sus proteínas oncogénicas son capaces de inducir metilaciones anómalas en el genoma de la célula tumoral para lograr, por ejemplo, silenciar un gen que debería actuar como supresor tumoral”.

“En realidad nos hubiese gustado poder desvelar el epigenoma completo del ser humano, el mapa completo de alteraciones químicas. Pero nos dimos cuenta de que se trata de un esfuerzo colosal para un solo laboratorio”, explica Esteller . “Así que nos decidimos por desvelar epigenomas más pequeños, más factibles, pero que tuviesen aplicaciones clínicas, como el de estos virus de doble cadena de ADN”.

Los tres protagonistas de la infección están claramente vinculados a la aparición de algunos tipos de cáncer. El papilomavirus humano, por ejemplo, se transmite por vía sexual y en el pequeño porcentaje de los casos en los que la infección no remite por sí sola, puede llegar a causar cáncer en el cuello del útero de las mujeres. El virus de la hepatitis B, por su parte, está relacionado con infecciones crónicas en el hígado que a la postre pueden desembocar en un tumor hepático. Finalmente, el Epstein-Barr se ha relacionado con el llamado linfoma de Burkitt.

Alusión al Cáncer


El cáncer no es una enfermedad, sino más bien muchas enfermedades. De hecho, hay 100 tipos diferentes de cáncer. Todos los cánceres empiezan en las células. Las células son las unidades básicas que forman los tejidos del cuerpo. Para entender mejor qué es el cáncer, es necesario saber cómo las células normales se vuelven cancerosas.

El cuerpo está compuesto de muchos tipos de células. Estas células crecen y se dividen para producir nuevas células conforme el cuerpo las necesita.Cuando las células envejecen, mueren y éstas son reemplazadas por células nuevas.

Pero a veces, este proceso ordenado de división de células se descontrola. Células nuevas se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita. Cuando esto pasa, las células viejas no mueren cuando deberían morir. Estas células que no son necesarias pueden formar una masa de tejido. Esta masa de tejido es lo que se llama tumor. No todos los tumores son cancerosos. Los tumores pueden ser benignos o malignos.

· Los tumores benignos no son cancerosos. Generalmente se pueden extraer (extirpar). En la mayoría de los casos, estos tumores no vuelven a crecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan o riegan a otros tejidos o partes del cuerpo.

· Los tumores malignos son cancerosos. Las células en estos tumores pueden invadir el tejido a su alrededor y diseminarse (regarse) a otros órganos del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina o riega de una parte del cuerpo a otra, se llama metástasis.

El nombre del cáncer depende del órgano o tipo de célula donde empezó u originó. Por ejemplo, el cáncer que empieza en el estómago se llama cáncer de estómago. Algunos cánceres no forman tumores. Por ejemplo, la leucemia es un cáncer de la medula ósea (el tejido esponjoso dentro de los huesos).

lunes, 23 de febrero de 2009

Oncología, Una Pasión Eterna

La oncología, a pesar de mi corta experiencia aún como estudiante de medicina, es la especialidad que más me gusta, no sólo por sus nuevos avances y las técnicas que se utiliza si no por que el médico debe ser una persona con mayor calidez humana para sus pacientes.
En la actualidad, el cáncer es considera el 7mo jinete del apocalipsis, debido a que cada vez su incidencia está aumentando, por ende los médicos debemos sentirnos más preparados para poder reducir esta incidencia, pero no sólo valiéndose en el tratamiento ya sea quirúrgico, quimioterápico o radioterápico, sino en la prevención así como estimular un estilo de vida saludable y la detección temprana de estos problemas.
Sín más que decir , les doy la bienvenida a este blog!!

Saludos.
D. Javier Benel Pérez.
Estudiante medicina 4to año usmp fn.